APRENDER
Lo mejor para la tristeza contestó Merlín, empezando a soplar y resoplar" es aprender algo. Es lo único que no falla nunca. Puedes envejecer y sentir toda tu anatomía temblorosa, puedes permanecer durante horas toda la noche escuchando el desorden de tus venas, puedes echar de menos a tu único amor, puedes ver el mundo a tu alrededor devastado por locos perversos o saber que tu honor es pisoteado por las cloacas de inteligencias inferiores. En vez de eso puedes aprender, por qué se mueve el mundo y lo que hace que se mueva. Es lo único que la inteligencia no puede agotar ni alienar, que nunca la tortura, que nunca le inspirará miedo, ni desconfianza y que nunca soñará con lamentar...de lo que nunca se arrepentirá.
Aprender es lo que te conviene. Mira la cantidad de cosas que puedes aprender: la ciencia pura, astronomía, historia natural, literatura, biología, medicina, geografía e historia, economía; puedes empezar a hacer una rueda de carreta con la madera indicada, o puedes...Y después de todo eso, puedes empezar de nuevo con las matemáticas hasta que sea tiempo de aprender a arar la tierra.
Aprender nos libra del aburrimiento de poner nuestra mente en personas o situaciones que no merecen nuestro tiempo. Aprender es admirarse de lo que la Naturaleza es y nos ofrece, de lo que como especie hemos logrado y seguimos logrando. Aprender nos reconcilia con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. Pero también nos hace sentirnos humildes al comprender que nos falta camino y que la base de todo conocimiento está en la simplicidad, en saber cómo arar la tierra.
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