Mitos griegos, historias y más...

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lunes, 14 de febrero de 2011

LA VERDAD DE LAS MENTIRAS



El Universo bajo una higuera

Dos hombres deciden pasar la noche bajo una higuera. Bajo un cielo punteado de estrellas que parecían cercanas como si estuvieran colgadas de hilos invisibles...Amontonaron y ahuecaron unos haces de paja como lechos, igual que se hace para el ganado, tendieron las mantas y ahí se acostaron. La luna sale para apagar las estrellas. De pronto, se escucha la voz quebrada por el sueño de uno de los dos hombres, el llamado, José Anaico:
-Un día_ comenzó a decir...

La Verdad de las Mentiras ¡¡ ??

Pero la verdadera voz de ese relato que se inicia, no es la de José Anaico; la verdadera voz es: La del hombre más sabio que he conocido, nos explica el escritor José Saramago. Se refería a su abuelo.Un campesino humilde que no sabía ni leer ni escribir y que en las noches de verano tendía su lecho en el suelo, bajo una higuera y le contaba a su nieto, leyendas, cuentos y retazos de su dura vida en el campo. Ese abuelo que con solo dos palabras ponía el universo de su nieto en movimiento. Es la vos presente pero oculta tras los nombres de muchos personajes en las fascinantes novelas de José Saramago, como en este caso, la del personaje José Anaico a quien interrumpimos (lo haremos varias veces, así que se acostumbre) Leamos lo que intentaba decirnos, esa noche bajo la higuera.



Mentiras ??

_Un día, una gran masa monumental de tierra se desgaja del continente europeo y comienza a navegar cual inmensa balsa de piedra. Lleva sobre sí, animales, gente, casas, carreteras, en fin, lleva pasajeros de dos países completitos_
Así, mientras el cuento se transforma en novela, la luna perdida entre las ramas de la higuera pasa toda la noche intentando encontrar la salida igual que los lectores de Saramago intentamos buscar la verdad de sus enormes, bellas, bien narradas e inigualables mentiras.

Realidades ¡¡

Los abuelos fueron referentes en la vida y obra de Saramago. La abuela era una mujer acostumbrada a una vida de escasez e inacabable trabajo de campo y de hogar, al lado de su esposo. Su nieto,quien convivió con ellos muchos años, se sorprendió un día al oírla decir:
_Me da pena morirme porque el mundo es tan bonito_
Por su parte el abuelo, cuando se dio cuenta de que iba a morir, se despidió de sus árboles uno a uno.
Volvamos al cuento bajo la higuera, que la luna aún no ha logrado escapar... 


 ?? o ¡¡

Los dos países lanzados al mar son España y Portugal.
La Península Ibérica navega cual balsa de piedra y sus gentes asustadas, sorprendidas, impresionadas, impactadas y más palabras sinónimas de esas,que si las escribo todas no termino la entrada; no saben qué hacer; ni cómo explicar el fenómeno de que ambos países vayan a la deriva...¿literalmente?, ¡mmm!
_¿Qué hacemos?_ se preguntan_¿Qué sucederá de ahora en adelante?_ ¡Nos hemos quedado sin derrotero!... ¿Ahora?_
 Saramago construye el relato con su ironía y dominio narrativo de siempre. 
Mientras tanto, un gran número de españoles se apresurarán para ir a la costa para "ver pasar" al amado , disputado, peleado, Peñon de Gibraltar, ahora sí perdido para siempre, por abandono totalmente involuntario. En en lado continental, Europa rápidamente inicia la confección de nuevos mapas. Algún malpensado podría sospechar que estaban esperando con impaciencia este desgarro ibérico de la europea comunidad.



Y al que no creyere...

Siempre hay incrédulos, personajes y lectores (sospecho que algunos de ustedes lo son).
Aquellos quienes no quieren creer y dicen:
_Esto no puede pasar, la Península Ibérica es firme como roca, ¡no se mueve!_
El castigo por incredulidad lo aplica una conocida  voz galileana que nos recuerda:
_¡Y sin embargo, se mueve!_ Y es que algunos tienen el estómago tan fuerte que ni siquiera se marean...ni con el país, ni con el mundo dando vueltas y retumbos.



Lo escrito en cursiva pertenece al libro: "La Balsa de Piedra" del Premio Nóbel de Literatura (1998) José Saramago- Portugal (1922- 2010) o son palabras del mismo escritor.

2 comentarios:

  1. Gladys de Turrubares.15 de febrero de 2011, 11:46

    Bueno sí, sí se desprendió, viajó en carabelas, se afincó en la América aborigen, nos trajo sabores y sinsabores, pero al final aquí estamos con mucho de aborigen y mucho de ibérico. Bendito desgarramiento...Gladys.

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  2. Wauu Gladys, esa es precisamente la verdad de las mentiras.
    Te cuento que nadie quería que se acercara la balsa de piedra a los puertos cercanos de los países del Norte...Saramago la enrumba entonces hacia el Sur. Ambos países quieran o no dejaron sus huellas en ese sur americano y africano donde quizá sí los acepten.¿Más cercanía con nosotros que con el resto de Europa? Probablemente.
    Gracias por tu comentario y amigables saludos.

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