Cuando a Meme se le ocurrió invitar a la casa
a setenta y dos compañeras de colegio,
y dos monjas,sin previo aviso...
y dos monjas,sin previo aviso...
"Fue preciso pedir camas y hamacas a los vecinos,
establecer nueve turnos en la mesa,
fijar horarios para el baño
y conseguir cuarenta taburetes prestados
fijar horarios para el baño
y conseguir cuarenta taburetes prestados
para que las niñas de uniformes azules
y botines de hombre no anduvieran
todo el día revoloteando de un lado a otro.
y botines de hombre no anduvieran
todo el día revoloteando de un lado a otro.
La invitación fue un fracaso,
porque las ruidosas colegialas
porque las ruidosas colegialas
apenas acababan de desayunar
cuando ya tenían que empezar los turnos
para el almuerzo,y luego para la cena,
y en toda la semana sólo pudieron
hacer un paseo a las plantaciones.
cuando ya tenían que empezar los turnos
para el almuerzo,y luego para la cena,
y en toda la semana sólo pudieron
hacer un paseo a las plantaciones.
Al anochecer, las monjas estaban agotadas,
incapacitadas para moverse,
para impartir una orden más,
incapacitadas para moverse,
para impartir una orden más,
y todavía el tropel de adolescentes incansables
estaba en el patio cantando desabridos himnos escolares.
estaba en el patio cantando desabridos himnos escolares.
Un día estuvieron a punto
de atropellar a Úrsula, que se empeñaba en ser útil
de atropellar a Úrsula, que se empeñaba en ser útil
Otro día,las monjas armaron un alboroto
porque el coronel Aureliano Buendía
orinó bajo el castaño sin preocuparse
de que las colegialas estuvieran en el patio.
orinó bajo el castaño sin preocuparse
de que las colegialas estuvieran en el patio.
Amaranta estuvo a punto de sembrar el pánico,
porque una de las monjas entró a la cocina
cuando ella estaba salando la sopa,
y lo único que se le ocurrió fue preguntar
qué eran aquellos puñados de polvo blanco.
-Arsénico -dijo Amaranta.
La noche de su llegada,
las estudiantes se embrollaron de tal modo
las estudiantes se embrollaron de tal modo
tratando de ir al excusado antes de acostarse,
que a la una de la madrugada
todavía estaban entrando las últimas.
Fernanda compró entonces setenta y dos bacinillas,
todavía estaban entrando las últimas.
Fernanda compró entonces setenta y dos bacinillas,
pero sólo consiguió convertir en un problema
matinal el problema nocturno,
matinal el problema nocturno,
porque desde el amanecer
había frente al excusado una larga fila de muchachas,
cada una con su bacinilla en la mano,
había frente al excusado una larga fila de muchachas,
cada una con su bacinilla en la mano,
Aunque algunas sufrieron calenturas
y a varias se les infectaron las picaduras de los mosquitos,
la mayoría demostró una resistencia inquebrantable
frente a las dificultades más penosas,
y aun a la hora de más calor correteaban en el jardín.
y aun a la hora de más calor correteaban en el jardín.
Cuando por fin se fueron, las flores estaban destrozadas,
pero Fernanda les perdonó los estragos
en el alivio de la partida.
Devolvió las camas y taburetes prestados
y guardó las setenta y dos bacinillas
en el cuarto de Melquíades.
y guardó las setenta y dos bacinillas
en el cuarto de Melquíades.
La clausurada habitación,
en torno a la cual giró en otro tiempo
la vida espiritual de la casa,
en torno a la cual giró en otro tiempo
la vida espiritual de la casa,